
Volamos hasta Bari, el día era lluvioso y el sol que tanto necesitábamos se resistía a salir. Después de recoger nuestras tarjetas de embarcación mi entrañable amiga y compañera de viaje, Ana, estaba especialmente emocionada, para ella era su primer gran crucero... Nuestra ruta era: Bari, katacolon de Grecia, Esmirna y Estambul de Turquía, Dubrounik de Croacia, Venecia de la Hermosa Italia y de vuelta a Bari.
El viento de los primeros días te hacía no poder casi ni andar en cubierta.
Una de las c



Jamás regalaría nada de eso. Tan solo compramos para mi querido y buen amigo Antoñito una deliciosa aceite de oliva. De las ruinas poco puedo comentar, la foto lo dice todo. Ana y yo nos preguntamos, ¿qué garantía tenemos de que eso sea una ruina de verdad?,
tampoco nos quedamos mucho para comprobarlo, nosotras somos mas de otro tipo de turismo...

En esta ocasión nos fuimos al barco antes de la ora de partida, decidimos hacer algo de deporte en el gimnasio que habia en popa. Cuando terminamos nos dimos un baño en el spa, tambpoco podiamos demorarnos mucho porque la cena de bienvenida era a las nueve y media . Cada noche nos poniamos nuestras mejores galas y disfrutabamos de delicosas cenas, donde no nos faltaba de nada.Buen parmesano, delicosa piña, la mejor pasta o Risoto... Rico, rico!!!!.
El siguiente puerto era.... Eso os lo cuento otro dia, ahora os dejo pensando con una frase que lei mientras hacia el inolvidable crucero....
"Lo más blando vence

La nada penetra donde no hay resquicio,
Por eso conozco la utilidad de la no-acción,
Enseñanza sin palabras,
Eficacia de la no-acción,
-Pocos en el mundo llegan a comprenderlo-"...
El sorprendente viaje del crucero continuará....